Es increíble como un error puede cambiar TANTO las cosas. Sé que tengo en gran parte la culpa yo, y otra parte ustedes. Hay que aceptar que fue una razón estúpida por la cual rompimos una gran amistad. Fue un golpe DURÍSIMO, pasó de ser tropiezo a caída, y créanme, que no exagero. Separarme de ustedes fue una de las peores cosas de este año, una de las que más fuerte pegaron. Sin embargo, en ese tiempo de distancia, mi cariño hacia ustedes seguía intacto, ya que me demostraron lo que era una amistad. Por más que doliera, tenía que separarme y lo hice, y con el tiempo pude acostumbrarme a no hablarles todas las mañanas, a no chatiar, a no salir, a no decir y hacer todas esas boludeces tan nuestras. Tengo que admitir que después de eso tuve la intención de cambiarme de colegio a toda costa. Por suerte, hubo una persona que me dijo que los problemas no hay que evitarlos, sino enfrentarlos, como se pueda, pero enfrentarlos en fin. Este último tiempo, donde calmaron las aguas, el empezar a hablar con ustedes de nuevo, después de tanto tiempo, me hizo bien, MUY bien, empezamos a recordar cosas, a reirnos juntos de nuevo. Sé que muchos de ustedes miran mi blog, bueno, eso me dijeron jaja y por eso quiero dedicarles este posteo, a ustedes, mis viejos y ahora nuevos amigos. 
Los extraño con la vida.
Los quiero.